Sheila Jeffreys visita Madrid con su conferencia «¿Por qué necesitamos teorizar la sexualidad?»
La reconocida teórica feminista Sheila Jeffreys presentaba su conferencia ¿Por qué necesitamos teorizar la sexualidad? en la librería feminista Mujeres & Compañía, gracias a la iniciativa de Vito Virtudes, Rebeca Crespo y Paloma de Andrés. Varias integrantes de la Asamblea Abolicionista de Madrid asistimos al acto en el que Jeffreys ofreció una maravillosa disertación sobre la opresión que sufrimos las mujeres en sus distintas formas a lo largo de la historia, con la sexualidad como eje central.
Ningún análisis feminista es posible sin entender la construcción social de la sexualidad, explicaba la autora de La herejía lesbiana, que expuso una visión política de esta, basada en la falacia de que la agresividad masculina y la subordinación femenina son algo natural en lugar de un constructo social inherente al patriarcado. Jeffreys comenzaba su ponencia describiendo cómo esta idea fue legitimada por la iglesia hasta el siglo XIX cuando la sexología recogió el testigo y la validó desde el ámbito médico. Tal y como declaró la autora, a partir de entonces se crea un puente con la industria pornográfica en cuanto a la difusión de esta sexualidad machista como normativa desde la medicina.
Jeffreys subrayaba el papel de los científicos sociales en la desmitificación de las opresiones con el ejemplo del mito racista en el que la inteligencia venía determinada por la raza, supuestamente inferior en los negros según las teorías biologicistas que antropólogos y sociólogos evidenciaron como una mera construcción social. Algo parecido a la premisa con la que se nos negaba el derecho al voto a las mujeres, igualmente avalada por la ciencia, en la que nuestra inteligencia no podía ser equiparada con la masculina por ser el cerebro femenino más pequeño.
Jeffreys repasó la evolución de los roles serviles de las mujeres, hoy en día reconocidos como género, que van desde la vestimenta hasta las tipologías de trabajo como un método de control silencioso. El estado ejerce el control sobre los disidentes, pero esto no es necesario con las mujeres […] las amenazas de violación o muerte son suficientes para alejarnos del espacio público, explicaba respecto a la violencia sexual que nos aterroriza desde la infancia. Entre muchos otros puntos, la teórica inglesa destacaba también el papel de la mal llamada liberación sexual de los años sesenta como algo exclusivamente masculino, traducido en la liberación de las fantasías de los hombres, con las mujeres acomodándose a ellas. Sobre este tema, un epígrafe completo versó sobre la industria pornográfica y las prácticas más demandadas actualmente en sus vídeos, con las consecuencias permanentes de la violencia anal y vaginal -rosebud, prolapsos- posicionadas en estas páginas por encima de los propios actos sexuales.
Tras la conferencia, se celebró un largo debate en el que Jeffreys reivindicó los derechos basados en el sexo por encima del relativismo posmoderno que convierte en identidad nuestras cadenas o el acoso que el feminismo radical sufre en universidades en pos de este tipo de análisis. Fue un privilegio escuchar a una activista por los derechos de las mujeres de la talla de Sheila Jeffreys y solo podemos esperar volver a verla pronto.