La AAM en el “Feminist Question Time” de WHRC
El pasado sábado 11 de Julio, la Asamblea Abolicionista de Madrid fue invitada a colaborar como ponente en la serie de webinars organizados semanalmente por la Women’s Human Rights Campaign (WHRC) junto a otras cuatro activistas de la talla de Laura Lecuona (Mex.) , Anne Ehrlich (Alemania), Rosario López (Arg.) y Fanny Knyphausen (Suecia),con la participación en el chat como una asistente más de la gran Sheila Jeffreys, quien animó y contribuyó bajo la atenta mirada de las más de 200 mujeres conectadas en línea.
Bajo la Declaracion de los Derechos de las Mujeres basados en el Sexo, la Women’s Human Rights Campaign está formado por un grupo de activistas, escritoras, académicas y profesionales de la salud…y bajo la propia declaración que da nombre a la asociación, y los ejes y principios de ese manifiesto, engloba a un gran número de firmantes y asociaciones de mujeres de todo el mundo, unidas por la defensa de nuestros derechos.
Celebra debates, comparte recursos, información, divulga…y nos ayuda a todas a informarnos del estado y situación de vulnerabilidad de nuestros derechos basados en el sexo ante el avance del concepto de identidad de género que asegura, somos el estereotipo que perpetuemos y elijamos, y no sufrimos desigualdad por pertenecer a un determinado sexo, pues el sexo biológico es una mera designación, despojando así de contenido al movimiento feminista desde la raíz e invisibilizando la realidad de los millones de mujeres oprimidas desde los orígenes del patriarcado.
Cada semana, este encuentro virtual (completamente gratuito y al que se puede inscribir y puede asistir cualquier firmante de la declaración ) se centra en un aspecto concreto; el webinar al que fuimos invitadas como Asamblea Abolicionista de Madrid giró alrededor de cuatro cuestiones importantísimas y de mucha actualidad para las feministas en la lucha por proteger los derechos de las mujeres. En los videos que acompañan este texto podéis ver la intervención (en inglés) de todas las ponentes y nuestra compañera Jimena Olmo en representación de la Asamblea Abolicionista de Madrid.
En primer lugar, se habló de la situación de la legislación sobre identidad de género y autoidentificación en los países a los que pertenecíamos cada una de las ponentes. Nuestra compañera Jimena Olmo, en nombre de la Asamblea, hizo un breve resumen sobre cómo la situación en España, que ya cuenta con la Ley de 2007 que permite el cambio de sexo en documentos oficiales tras un diagnóstico de disforia de género y el tratamiento médico durante al menos dos años (sin imposición de procesos quirúrgicos), y con la que las feministas radicales no estamos de acuerdo, se encuentra además actualmente en un punto de inflexión con la intención de introducir la Ley de identidad de género por iniciativa de Unidas Podemos. Esta permitiría la autoidentificación y consiguiente ocupación de espacios segregados por sexos, cuotas y estadísticas a cualquier persona que eligiera identificarse con un sexo en base a sus sentimientos y percepciones subjetivas.
Hablamos de como esto es especialmente grave en nuestro país donde gracias a la Ley de Violencia de Genero de 2004 podemos conocer datos desagregados por sexos de los asesinatos machistas que sufrimos sin que esto se camufle en estadísticas de violencia del ámbito doméstico como pretenden partidos de extrema derecha para invisibilizar la realidad del feminicidio. Como ya sabemos, con la autoidentificación, una agresión cometida por un varón hacia una mujer dejaría de engrosar la vergonzosa cifra de asesinadas en cuanto el sujeto decidiese autoidentificarse como mujer.
A continuación, entramos a hablar de cuál había sido el momento en que nos dimos cuenta de que el transgenerismo es una amenaza para los derechos de las mujeres. En ese punto, desde la Asamblea Abolicionista de Madrid, como abolicionistas de género, quisimos incidir en que el mero concepto de género y lo que ello supone, ya es una amenaza para los derechos de las mujeres. El transgenerismo es un artificio, un constructo, derivado del espectro de estereotipos, actitudes y comportamientos y roles que la sociedad impone a cada sexo. La legitimización de estos roles, por medio de una legislación basada en algo no tangible, es más que una amenaza.
Tras muchas décadas de lucha, las mujeres hemos conseguido forjar un pequeño “escudo” de leyes que nos protejan de las agresiones que se han ejercido y se ejercen a diario en todo el mundo por parte de los varones, por el simple hecho de ser mujeres. En el momento en el que “ser mujer” ya no es una realidad tangible legalmente, esa protección tampoco lo es. Por tanto, la amenaza es muy clara: redefinir el sujeto de leyes que protegen al 51% de la población es retirar la protección del 51% de la población.
Otra de las cuestiones, que salió para crear una buena comparativa entre los cuatro países representados por las mujeres presentes, fue pedirnos que explicásemos quiénes se oponían a las políticas de identidad de género en cada país. Desde la asamblea, explicamos que no existen organismos formales, presupuestados y apoyados por ningún cuerpo de gobierno, que se opongan a esta ley, si bien quisimos resaltar el esfuerzo silenciado de las mujeres que han querido manifestar su preocupación, por parte de sus propios “compañeros” de partido.
Por otra parte, quisimos ser muy claras y trazar una línea divisoria nuevamente entre lo que consideramos oposición a una ley por parte de un colectivo, y una alianza: explicamos que aunque exista oposición a las leyes de identidad de género y autoidentificación por parte de partidos de extrema derecha, conservadores, y colectivos religiosos, los motivos que presentan para oponerse a esta legislación son diametralmente opuestos a los ejes feministas que nos mueven a rechazarla a nosotras, y por tanto NO aceptamos incluirlos como “aliados en la oposición”. El conservadurismo y la religión se opone a cualquier axioma que quiera erradicar la desigualdad entre los hombres y mujeres tal y como ellos consideran que estos deben ser: con cerebros azules y rosas, con características psicológicas distintas y aptitudes inherentes en su personalidad e intereses diferentes en base a su sexo. No aceptan que sus roles de género, los de la madre y esposa abnegada que pone la otra mejilla, habla muy dulce y viste como debe vestir una dama, oprimen a las mujeres. Por lo que parece que la derecha y la religión tiene más en común con la identidad de género que con las feministas…
Por último, y para englobar el tema en el contexto de todos los países, se nos preguntó por el impacto de las políticas transgénero sobre la legislación internacional en materia de derechos de las mujeres, y cual era nuestra visión sobre quienes estaban promoviendo estos cambios.
Nuestra compañera quiso hacer hincapié en el preocupante hecho de que se estén implementando políticas de autoidentificación y transgenerismo a nivel corporativo sin ningún tipo de análisis previo, como si estas fueran análogas al ecologismo o el antirracismo como responsabilidad social corporativa. En el ámbito privado, los departamentos de marketing y cultura de empresa agregan estas políticas que versan sobre “género sentido” y (como ya hemos visto con casos como el de Maya Forstater entre otros) sancionan con la pérdida del propio puesto de trabajo a quienes simplemente cuestionen la legitimidad de estos “mandamientos”, creyendo encima que son unos adelantados a su tiempo.
Subrayamos también la triste situación por la que pasan organismos de referencia como ONU mujeres, donde se usa el “lenguaje inclusivo” refiriéndose a las mujeres como “gente que menstrúa”, y que siendo referencia para personas de todo el mundo están adoctrinando, haciendo uso de su poder.
Para concluir, no vimos necesario señalar a quienes ya sabemos que promueven esta nueva religión (puede leerse a fondo en varios artículos como este), pero sí nos cuestionamos a modo de cierre: De estas políticas de autoidentificación ¿se benefician acaso las mujeres, los hombres y mujeres racializados o las personas en situación de pobreza? Pues por descarte, ya sabemos quién lo promueve y bajo qué intereses.