Basta ya de justicia patriarcal
Puede que la sentencia de la manada de Manresa sea la gota que colma el vaso de un sistema que no protege a las mujeres, uno que nos juzga y nos señala a nosotras como culpables en lugar de a los violadores. Parece que, para los jueces, el mismo estado de inconsciencia que sería un agravante para cualquier otro delito, es un atenuante, una llamada con la que damos acceso a nuestros cuerpos a todos esos hombres que han decidido que las mujeres somos solo un objeto para su placer en lugar de personas libres. Este veredicto es la confirmación de que somos nosotras las que incitamos, las que debemos protegernos constantemente, limitar nuestras libertades, nuestro ocio, nuestra presencia en el espacio público. Es la versión jurídica del Se lo ha buscado con el que nos han convertido en un saco de culpas desde niñas.
Después de la sentencia de la manada de Pamplona, con la jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre la intimidación en la mesa, esta decisión judicial parece un pulso al feminismo y a todos sus avances. No podemos permitir el desamparo de una menor violada en grupo, no podemos permitir el juicio a la libertad de todas las mujeres que constituye. Por eso, el lunes 4 de noviembre, salimos a las calles a gritar que estamos hartas, a exigir una reforma del Título VIII del Código Penal sobre los delitos y la violencia sexual que elimine el término de abuso y la normalización de la violencia contra las mujeres que conlleva. Porque solo sí es sí, no es abuso, es violación.
La Asamblea Abolicionista de Madrid acudirá a la protesta frente al Ministerio de Justicia que se convoca a las 19:00h.
Nos vemos en las calles, compañeras.