No lo llames asistencia sexual, llámalo prostitución
Nuestra compañera Sandra Díez Guerrero firma la última columna mensual de la Asamblea Abolicionista de Madrid en Contrainformación:
Este sábado 26, el Instituto Sexológico Murciano ha celebrado el curso sobre asistencia sexual que anunciaron hace unas semanas. El propósito de la entidad, según ellos mismos, era la formación de personas interesadas en “actuar” como asistentas sexuales. La cuestión de la “asistencia sexual” ha surgido hace pocos años atrás, como una actividad destinada a cubrir las “necesidades” sexuales de las personas con discapacidad. Sus defensores han recalcado que no se trata de prostitución y que cumple una función “social” porque estas personas requieren a alguien que les “ayude” a vivir su sexualidad. Puede ser una caricia, un beso o una masturbación, todo después de un intercambio económico. ¿En qué se diferencia entonces de la prostitución?